La empresa consciente

La empresa consciente es una necesidad, no es marketing, no es buenismo, el buenismo es querer ser bueno para quedar bien… de cara a la galería.

No, no estamos hablando de buenismo, ni de ser generoso o altruista, se trata de una necesidad para poder hacer buenos negocios: para que te vaya bien, a los demás les tiene que ir bien también, es el «egoísmo iluminado» que decía el Dalai Lama.

«Egoísmo iluminado»: tu bien es mi bien. Hago el bien por mismo. Hacer el bien es rentable.

¿Y cómo son las empresas conscientes?, pues parece que te esté hablando de una cosa que no existe. Pero sí existen, aquí, en el planeta Tierra. Ahora mismo. Y ganan dinero, mucho dinero. Tienen nombres.

Se rigen por valores que trasladan a todo lo que hacen. Es su ADN.

Son empresas que cuidan a todas las personas. No solo a sus accionistas, como la típica empresa capitalista que solo mima al accionista y se olvida del cliente, del empleado y del proveedor, no… Su cliente son todos ellos: accionista, empleados, proveedores, clientes… clientes internos y externos, a quien compran y a quien venden… a la hacienda y la banca… todos.

Si quieres saber más, mira este video:

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