POR QUÉ DEBES DESARROLLAR UN PLAN DE ACCIÓN

El plan de acción en una herramienta que ayuda a alcanzar una meta, y esto se logra a través del cumplimiento de objetivos. Debes empezar por el autoconocimiento, así garantizaras gran parte del éxito de tu plan de acción.
El desarrollo del plan de acción depende de las áreas de mejora que deseas trabajar, por lo tanto ninguno es igual.

Como siempre, es bueno fijarte una o varias preguntas iniciales:
¿Tengo las habilidades necesarias para llevar a cabo este proyecto? Esto es fácil de responder si hiciste previamente un proceso de autoconocimiento.
¿Cuál es o cuales son los objetivos que quiero alcanzar? En este punto debes tener en cuenta que el cumpliendo de los objetivos no depende solo de lo que hagas o dejes de hacer.
¿Qué cambios debo llevar a cabo para lograr los objetivos? Si quieres alcanzar el éxito recuerda que es necesario cambiar constantemente, mantener flexibilidad de pensamiento, esto te permitirá ajustarte a cualquier situación externa sin que represente un paso difícil de dar.
¿Qué criterios debo tomar en cuenta para desarrollar un plan de acción exitoso?

Ten presente que el plan de acción debe ser:
Completo: abarca todos los aspectos relevantes que guarden relación con tu objetivo final.
Actual: planificarlo utilizando información actualizada y busca referencias que sirven de apoyo para anticipar nuevas oportunidades.
Claro: define parámetros tomando en cuenta los tiempos, los objetivos, la secuencia de las acciones. Mientras más claro quede cada paso que tienes que dar, más fácil será no desviarte del objetivo final.
Los objetivos son todas aquellas cosas que quieres lograr, deben ser motivadores para que te activen y te mantengan con una actitud positiva. Crear un compromiso interno te ayudara a rendir más y a lograrlos.

Hay dos tipos de objetivos en el plan de acción:
1- De finalidad o resultados: son los objetivos asociados a la meta final, están proyectados a medio o largo plazo, no están completamente bajo nuestro control, guardan relación con factores externos. Ejemplo: Conseguir miles de seguidores en las redes sociales para dar a conocer la marca y optimizar las ventas.
2- De rendimiento: son objetivos que se establecen a corto plazo y están bajo nuestro control. En este punto determinas que nivel de rendimiento debes tener para lograr el asociado a la finalidad. Es más sencillo determinar los objetivos de finalidad que los de rendimiento, estos se determinan a partir de un proceso de reflexión. Ejemplo: hacer un estudio de mercado y estudiar que busca mi target en las redes sociales, y así generar contenido de calidad que me lleve a lograr la finalidad. (ejemplo anterior).

Estos dos tipos de objetivos se respaldan entre sí, los de finalidad están relacionados con la inspiración y la materialización de las aspiraciones y los de rendimiento son los que te garantizaran llegar a la meta.

Pregúntate:

¿estoy desarrollando mi plan de acción como lo estipulé?

¿los objetivos trazados me están llevando a la meta?

¿hay algo que pueda hacer para obtener mejores resultados o estoy conforme con lo que estoy consiguiendo?

Si algo no sale como esperabas, no te desanimes. Mantén una actitud positiva y tu mente enfocada, de los errores se aprende y si sabes sacar provecho de la situación seguramente te resultara mejor de lo que pensabas.
Desear algo te dará mayores resultados que cuando haces algo porque se supone que es lo que “debes hacer”. Cuando lo que haces viene de una imposición externa quizás obtengas resultados favorables pero no será a largo plazo, lo que realmente dura, viene de ti.

Los objetivos, en especial los de rendimiento, deben ser:
Realistas: con esto me refiero a que mantengas una relación entre lo que quieres y los recursos que tienes para lograrlo, no limites tu mente pero tampoco apuntes demasiado alto, así evitaras desmotivarte. Si quieres más, ve por ello pero se realista con los plazos.
Específicos: qué, dónde, cómo y cuándo, son pregunta que te ayudaran a desarrollar un plan lo más específico posible.
Medibles: que sea posible que midas los beneficios que vas consiguiendo y cuantificar los fines.
Limitado en tiempo: establece los tiempos que te necesitas para lograr cada uno de los objetivos y la meta final, trabajar con tiempos te permite mantener el enfoque.
Cuando tienes claros tus objetivos y logres desarrollar tu plan de acción, ten en cuenta que debes hacer evaluaciones constantes sobre el rendimiento y alcance de los objetivos planteados. Aprovecha la información disponible en la web para mantenerte al día, dedícale tiempo a tu formación profesional y espiritual, mantenerte en constante crecimiento y desarrollo personal es la clave del éxito.

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